Tiene el pelo liso, marrón claro que lleva normalmente recogido en
una coleta. Unas pocas canas surcan su pelo dotándole de una cierta
madurez. En resumen, un auténtico pelo pantene. Posiblemente todos
sepáis ya a quién me refiero, ya que no es otro que el líder de Podemos,
Don Pablo Iglesias.
Este nuevo partido se
perfilaba como un soplo de aire fresco para renovar una política
estancada en el bipartidismo como lo es la española. Una bocanada de
aire en un país a punto de asfixiarse. Un partido que representa a todo
un colectivo de descontentos con los políticos españoles que tantas
veces nos han defraudado, mentido y robado cuanto han podido. Un pequeño David que arremete con fuerza a un acomodado Goliath ( al que ellos denominan como "casta")
haciendo gala de un gran coraje y un aún mejor dominio de las redes
sociales y que recientemente se ha puesto por encima de sus rivales,
según varias encuestas.
Un partido nuevo, de verdadera
izquierda a diferencia de las opciones más convencionales, aunque aún
está por definir. Un partido diferente del resto, ya acostumbrados al
poder y que se han aprovechado robando impunemente durante décadas. Un
partido con fuertes convicciones que ha sacudido con fuerza la mesa que
es el sistema democrático para llevarse a aquella parte más indecisa del
electorado e incluso a aquellos que votan para castigar a la "casta".
En resumen, un partido nuevo e incorrupto, un Robin Hood que
pretende ayudar a aquellas clases más desfavorecidas, en detrimento del
resto. Todo ello gracias al liderazgo del carismático y televisivo Pablo
Iglesias.
O por lo menos eso parecía. Menos de un año les
ha sido necesario para estafar dinero a mansalva. Por un lado
encontramos el asunto de las becas de la universidad de Málaga, en el
que el segundo abanderado del partido, Íñigo Errejón, se
encuentra embarrado hasta las cejas. Por otro está el entramado de la
productora de Líder, una pseudo "asociación sin ánimo de lucro" y que se
benefició de las ventajas fiscales que esto le reportaba mientras que
trabajaba como una empresa capitalista cualquiera. No olvidemos los
precarios contratos de los trabajadores mientras que la productora
generaba grandes beneficios que iban a parar a partes iguales tanto a
sus bolsillos como a los de sus enchufados. Por último (de momento) me
gustaría hacer una mención especial, aún corriendo el riesgo de ser
tachado de machista a la novia de Pablo, la encantadora y especuladora Tania Sánchez.
Un
partido que pretendía ser diferente, pero que ha dejado claro que de lo
único en que se diferencia de sus amigos de la casta es en ese pelo pantene de su dirigente.
Jaime A.