lunes, 18 de marzo de 2013

¿Arte?

El otro día fui a una galería de arte moderno. Al principio no tenía las ideas muy claras, pero lo que vi ahí me despejó de toda duda. El arte moderno es una porquería. Lo digo y me quedo tan ancho. Y además de una una porquería, una enorme coartada para que un grupo de idiotas que sobreviven a base del dinero ajeno (vía subvenciones) traten a los demás con desprecio por no entender sus obras (que no se pueden entender). Una de las cosas que más impresionan cuando estás ahí es ver cómo algunas persona se plantan delante de alguna de las obras (que bien pueden ser un par de calcetines colgando del techo)  se ponen a mirar, fruncido el entrecejo y bien agarrada la barbilla y acto seguido alaban al artista y ofrecen sumas de dinero enormes por ella.
Jaime A.

Poker

Son las 12 de la noche y llevamos algo más de dos horas jugando. Tras mucho esfuerzo (y unas cuantas buenas manos) he conseguido multiplicar por tres el dinero con el que entré y ponerme el primero. Ha caído la mitad de la gente y solo quedamos 4. Levantan  las cartas y veo que tengo un fullhouse. El subidón de adrenalina que hay mientras suben las apuestas es impresionantes. Al final solo quedamos dos, y hay muchísima tensión. Casi la mitad de mis fichas están encima de la mesa, pero estoy convencido de que voy a ganar esta mano y la partida. Toca enseñar las cartas y esnseño mi full. Ya me estaba llevando las fichas cuando mi rval muestra su mano. Póker de cincos. La sensación de pérdida de ese momento es indescriptible, pierdo la mitad de mis fichas y veo como el otro se las lleva, poniéndose en primer lugar. El mismo proceso se repite en la siguiente mano y pierdo con una escalera en mano. En dos manos pasé del cielo al infierno. Me fui de la mesa para intentar calmarme un poco. Al final regreso a la mesa, y gracias a un golpe de buena suerte conseguí recuperar parte de lo perdido.
Escribo esta entrada casi dos horas después de haber terminado la partida, y aún habiendo ganado bastante pasta, la sensación de mala leche sigue ahí. Esto me ha hecho replantearme porqué juego a un juego en el que gane o pierda voy a acabar de mala leche. Realmente lo que quieres es pasar un buen rato con los amigos, pero si todo el mundo se cabrea ¿Cómo es que seguimos jugando? Sinceramente no tengo ni la más remota idea, solamente sé que la semana que viene pienso volver a jugar.

Jaime A.